HUELGAS ILEGALES

Por: Jaime Ramírez Ortega
Catedrático de la Universidad Francisco Gavidia

Los Salvadoreños nos preguntamos si las huelgas ejercidas por los sindicatos estales son legales o ilegales pero lo cierto es que nuestra carta magna en su Art. 221, prohíbe la huelga de los trabajadores públicos y municipales, lo mismo que el abandono colectivo de sus cargos, y aplicando el método de interpretación histórico, muchas de las huelgas que se han hecho en el pasado por sindicatos estatales han sido declaras ilegales, por la restricción enunciada en dicho articulo.

En consecuencia siendo la CSJ, el máximo tribunal que imparte justicia, no puede ni debe continuar tolerando este tipo de desordenes generado por medio de los cinco sindicatos, que han puesto de rodillas a todo el sistema judicial, incluyendo ha medicina legal, negándoles el acceso y expulsando a los empleados que quieren cumplir con su deber, manipulando el sistema eléctrico de los edificios donde se imparte justicia con el fin de sabotear cualquier intento de trabajo, han dañado cuantiosos bienes fiscales, como tampoco se ha podido llevar acabo el reconocimiento de varios cadáveres, pero lo que rebalsa el vaso es que ya se liberaron mas de cien imputados por delitos graves.

Dada las circunstancian anteriores se tienen que tomar medidas legales concretas para salir de esta situación que solo viene a dividir aun mas a la nación, aunque esto signifique perseguir y procesar judicialmente a los sindicalistas que han cometido delitos como desordenes publico, desacato a la autoridad, abandono de trabajo, violación y destrucción de los bienes fiscales, obstrucción para que se cumpla la justicia, ósea coautores de los delitos que cometieron los imputados que se dejaron libres para que no les violara el famoso termino de inquirir, todo lo anterior esta consagrado en la constitución, el nuevo código penal y leyes administrativas especiales.

Los sindicalistas deberían tomar el ejemplo de Japón que siempre llevan un pliego de ofrecimientos, que constituyen compromisos y cuando se les violentan sus derechos, su forma de protestar, es trabajar mas para llevar al máximo la producción, lo que provoca una deflación en los precios de las unidades producidas, otro aspecto es que ellos están completamente identificados con la organización donde trabajan.

En El Salvador no es así; Decir sindicatos es sinónimo de desordenes públicos, ofender con palabras a las autoridades, buscando incansablemente ser miembros de las juntas directivas sindicales porque no les gusta trabajar, y solo llegan a pedir y no tienen un plan de ofrecimientos, pero si tienen planes bien estructurados de desestabilización, y lo trágico de esto, no es tanto las protestas y berrinches, el problemas mas serio es el impacto económico y social que le causan a la nación.

No obstante es de entender que esto fue lo que sembró el FMLN, en el pasado, alentando las diferencias de clases e instrumentalizando los sindicatos con estas ideas, buscando boicotear los planes de los gobiernos pasados; Oponiéndose al progreso y las libertades desestabilizando por completo al país.

Ahora el pueblo salvadoreño recibe el producto de la descomposición social del odio y el resentimiento del pasado, en lo cual no se tiene control sobre las conductas de estos sindicalistas porque así fueron enseñados, y como si esto fuera poco, las demandas de ellos, son exageradas pidiendo aumente de $ 300-. Mensuales per cápita, como si el sueldo de ellos fuera de $210.- o como si en el país sobra el dinero, Reflexionemos señores sindicalistas vuelvan a sus puestos de trabajo y compartan sus salarios con los soldados que ganan $ 250.00 y trabajan 7/24.-